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Adolfo Di Mare
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Los cambios tecnológicos de la computación nos obligan, constantemente, a adquirir nuevas versiones de cada programa. Pero, ¿debemos siempre actualizar nuestra plataforma computacional?
Un buen caso de estudio es el programa Windows 95 que ha salido al mercado recientemente después de varios años de desarrollo. Desde el punto de vista del Ingeniero de Cómputo, Win95 es un portento, pues tiene todo lo que debe tener, y no tiene lo que en esencia sobra. Por ejemplo, permite usar el computador en varias tareas simultáneamente (multiprogramación), pero sin llegar al extremo de sacrificar la compatibilidad con la base de programación existente (Win95 es compatible con los "drivers" viejos). El sistema Warp OS/2 de IBM no tiene similares cualidades, pues sacrifica mucho en compatibilidad aunque Warp es un sistema mucho más sólido, tanto técnicamente como desde el punto de vista de su facilidad de uso.
El criterio de decisión que nos lleve a adquirir esta versión mejorada del Windows no será su calidad computacional, sino más bien el beneficio que de su uso cada uno obtenga. Definitivamente no compramos el auto último modelo sólo porque es el más nuevo, sino porque nos depara una alta utilidad, más alta de la que ya disfrutamos con el auto viejo.
Por eso es que muchas empresas, y personas, no han instalado inmediatamente Win95, aunque ya muchos han adquirido el paquete (es muy barato: $100 si se ordena por correo). Parece ser que la política general es usar Win95 para juegos primero, y de esa forma ver si es apropiado para el trabajo de cada día. Conforme las bondades del nuevo sistema sean aparentes entonces será instalado en más computadoras.
Si uno puede hacer con gran efectividad el trabajo de cada día sin usar el Win95, no tiene sentido que cambie sólo por estar a la moda. De hecho, muchas personas continúan usando versiones de programas muy viejas (como Cannon Writer o WordStar) simplemente porque ya saben hacer todo lo que necesitan, y no necesitan nada más. Cambiar por cambiar no es siempre lo más cuerdo. De todas formas conviene examinar las ventajas de los nuevos programas, pues algunas veces encontramos en ellos soluciones a problemas que no sabíamos que teníamos.
Definitivamente la receta para estas cosas de cómputo es la misma que nos lleva a una Buena Vida: hay que tantear un poco, y siempre es uno mismo quien debe decidir que es lo que más conviene.
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Adolfo Di Mare <adolfo@di-mare.com>
Referencia: | Di Mare, Adolfo:
Gane95,
Periódico El Financiero,
27/Nov/1995 - 3/Dic/1995.
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Internet: |
http://www.di-mare.com/adolfo/p/gane95.htm
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Autor: | Adolfo Di Mare
<adolfo@di-mare.com>
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Contacto: | Apdo 4249-1000, San José Costa Rica Tel: (506) 207-4020 Fax: (506) 438-0139 |
Revisión: | ECCI-UCR, Noviembre 1997
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