En medio de este dolor he escrito unas líneas sobre mi padre Carmen Di Mare <carmen@di-mare.com>

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      Hoy solo tengo recuerdos de cómo era mi padre. Cuando nos llevaba a la escuela discutía con mi madre soluciones para mejorar al país. Con ilusión hablaba sobre la creación de una empresa lechera para disminuir el precio de la leche. Disfrutó la creación de la empresa Plasa o Lactaria Costarricense, que luego pasaría a ser Borden (le gustaban los helados Lady Borden de macadamia).

      Sufrió al ver que las personas no cabían en los cementerios. Decía que en ciertos cementerios tenían que enterrar a las personas de pie. Logró convencer a un grupo de personas para crear el primer cementerio privado (hoy Jardines del Recuerdo).

      Recuerdo caminar en la calle con él, y ser saludado con profundo agradecimiento por su ayuda en la empresa "XXX". Luego vi como la empresa "XXX" pasó de ser una institución en quiebra a una de las líderes en su campo. Mi padre en años anteriores había sufrido mucho con la quiebra de su empresa.

      Disfrutó aprender a navegar en bote, hasta que un día naufragó con sus dos hijos y un amigo de mis hermanos. Salieron de la playa, y apenas estaban entrando al mar una ola los volcó.

De todas las ideas que tuvo, la que recuerdo que amó con el alma fue la creación de la UACA. Recuerdo como con ilusión le decía a mi madre en el auto “Anne, ya encontré la forma de cambiar a Costa Rica. Anne, esta vez si va a funcionar”. Era estricto con las normas de esta entidad. Buscó casas para instalarla. Buscó socios fundadores. Junto con don Guillermo Malavassi (no sé si hubo alguien más) convencieron a Daniel Oduber y a don Jorge Volio en autorizar su fundación. Recuerdo el cariño en el diseño del escudo de la UACA, la selección del lince, la selección del “Sed Magis Amica Veritas”, la selección de los colores del escudo y la asesoría en heraldica para elaborarlo, los diferentes birretes y togas. Sé que paso noches sin dormir un fin de año escribiendo los estatutos del modelo Oxbridge.

      Luchó por la creación del sistema de cuatrimestres y de unidades académicas, con el cual se agilizaba la obtención de un titulo académico. Asesoró en la creación de colegios en la UACA.

      El colegio que creó acorde a su idea de la UACA fue el Stvdivm Generale (una señora dijo una vez que su hijo estudiaba en el “estividin generale”, este nombre a veces lo utilizábamos en forma cariñosa). En este buscó inculcar un sistema en el cual alumno y profesor tuviesen una relación estrecha. Siempre creyó que cada colegio debía ser libre en su actuar y que la UACA fuese un simple ente rector, comprobando la calidad de la preparación del estudiante.

      Sentía profundo respeto por el Dr. Andrés Vesalio Guzmán. Lo recuerdo decir que las carreras de derecho y medicina son diferentes de las demás.

      Sintió alegría cuando se separó un colegio de la UACA por primera vez, satisfecho de saber que habría varias universidades privadas.

      Dentro de la UACA el Alberto estudioso encontró cabida, y fue editor de varios libros que se regalaban a las bibliotecas del país. También inició la edición de la Revista Acta Académica, hasta hace 3 años.

      Su amor por la libertad lo hizo luchar por crear una página de Internet para la UACA y lograr poner la revista de la universidad en la red. Su idea al editar era crear un espacio para la publicación de ideas, sin importar tanto la calidad de redacción. (Aclaró que el ente que decide que se publica en la revista Acta Académica es el comité editorial y no el editor, sin embargo el defendía los artículos mal escritos con ideas buenas).

      En los últimos años lo pude acompañar en la creación de Palestra Económica. ¿Se han preguntado quién escogió el nombre? ¿Se han preguntado de donde nació la idea? El deseaba que los estudiantes del Stvdivm continuaran con el intercambio de ideas como lo han hecho a través del Grupo de Jóvenes Economistas. Creó el foro, las invitaciones y dejó que la sana discusión proliferara.

      Sé que en el mundo no existe alivio para el dolor por la partida de mi padre. Sin embargo de él aprendí que hemos de aprender de la experiencia. Que la experiencia puede ser moldeada por personalidades. Creo que mi padre fue una de esas personalidades. El amaba la libertad (y a su esposa, sus nietos, sus hijos, sus amigos y sus alumnos).

Di Mare, Carmen

En medio de este dolor he escrito unas líneas sobre mi padre, Palestra Económica, Miércoles 4 de diciembre de 2002.

      http://www.di-mare.com/alberto/eterno/carmen.htm