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Culturalmente convertimos la muerte en una fatalidad. Como católico que soy me avergüenzo de sentir tristeza cuando alguien nos abandona para quedar en mejores manos. Aún no he logrado descifrar si es egoísmo de perder a esa persona, o si acaso será falta de fe. En cualquier caso estoy equivocado.
Asistir a un funeral es algo que siempre nos infringe algún dolor. Sea éste por cariño al difunto o a sus allegados. Por el cariño que le tuve como tío político y lo mucho que quiero a mi tía y mis primos, estoy de duelo. El funeral de hoy fue devastadoramente educativo. Ayer falleció un hombre que ha influido en nuestro país. Modelo seguido y escuchado por muchos de los líderes que aún hoy forjan nuestro destino. Un verdadero ejemplo de congruencia entre lo predicado y lo hecho. Su integridad fue más que un discurso. Ésta le trajo conflictos. Probablemente junto a su extraordinaria inteligencia y vasta cultura, fue responsable de su falta de carisma. Defendía reiteradamente el derecho a la libertad y censuraba los prejuicios. Siempre prefirió mantenerse al margen de la vida pública, pero su legado en materia económica y en educación superior privada es incuestionable y maravilloso...
Teniendo tanta admiración por una persona que nos deja, nos llevamos un choque de realidad... Todos somos mortales y aún peor: todos aquellos que amamos también lo son.
De repente me siento además desamparado. Ante un gobierno que da palos de ciego en materia económica, su ausencia en el entorno me dibuja un tenebroso cuadro y repentinamente pierdo aún más las esperanzas en el futuro de nuestro país.
Hoy nos deja un intelectual libre, honesto y citando a su hijo: feliz.
Hoy aunque no lo sepamos, el país está de duelo.
Comenta María Isabel Di Mare:Este texto está bellísimo y llena mi corazón de cariño. Muchas gracias a quienes logran poner en palabras, lo que para los demás es un sentimiento profundo.
Lo que tal vez no es tan exacto es "Siempre prefirió mantenerse al margen de la vida pública". Él fue ministro, escribió mucho en la página 15, y tuvo la ilusion de llegar a ser Ministro de Educación. También fue Director del Banco Central. Sí le gustaba participar en la vida pública, pero no por figurar. Figurar no fue nunca su idea, en éso sí tenía, definitivamente, un perfil bajo (exceptuando los momentos en que se ponía a contar chistes en una reunión... ). Tal vez esa parte yo la explicaría un poquito diferente, en cuanto a que no intentó figurar, ni le interesaba la "fama", digamos, pues él tenía un espíritu muy humilde, pero definitivamente sí le interesaba participar en los procesos de decisión social.
¡Un abrazo, primo, por tan bellas palabras!
Y un abrazo para toda esta bella familia que nos acompaña en tan duros momentos.
http://www.di-mare.com/alberto/eterno/gaston.htm
Copyright © 2002 Gastón Trujillo
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