[Foto Alberto]
[/\]
Alberto Di Mare Fuscaldo

Luis Alberto Di Mare
<luis@di-mare.com>
[Foto Alberto]
[<=] [home] ** [\/] [=>]

 

      Mi familia y yo mismo por este medio agradecemos a los contertulios (en orden alfabético) Emilio Bruce, Álvaro Cedeño, Oswald Céspedes, Jorge Corrales, Hugo Fonseca, Gonzalo Gallegos, Iván Granados, Mario Granados, Dennis Meléndez Howell, Ricardo Monge, Rodolfo Quirós, Miguel Ángel Rodríguez Echeverría y Pablo Villa Michel sus hermosos comentarios sobre nuestro querido padre Alberto Di Mare Fuscaldo en este foro y en la prensa nacional.

      Don Alberto sufrió de "Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica" (EPOC) que destruye progresiva e irreversiblemente los pulmones de sus desdichadas víctimas. Don Alberto vivió sus últimos años sumido en un espantoso círculo vicioso en el que necesitaba hacer ejercicio para perder peso, pero sus pulmones no eran capaces de oxigenarlo como para permitirle hacer un ejercicio vigoroso que le permitiera perder peso y al final le permitían poquísimas actividades. Durante su enfermedad mostró constantemente y sin fallar ni un momento su valentía física y moral, la misma que mostró al ofrecerse como soldado voluntario en el 55 o que mostró en la desembocadura del Tárcoles, en la cual nos colocó a nosotros a salvo dentro del velero semihundido mientras que él permanecía en aguas con una tenebrosa reputación de estar infestadas de cocodrilos. No mostraba miedo ante la angustiosa falta de aire, y hacia el final de su vida su médico impresionado nos decía, que en la situación de don Alberto los pacientes temblaban como hojas y quedaban postrados en cama llorando abatidos, mientras que don Alberto en los últimos años y hasta el mismísimo final trató de llevar una vida normal, guardando siempre su digna compostura y su lucidez tanto ante sus familiares más cercanos como ante extraños. Ya es el momento de dejar de escribir sobre esta pesadilla horrible que es para mí la muerte de mi padre, y de empezar a recordar quien fue Alberto Di Mare Fuscaldo, quien tuviera la idea de crear Palestra Económica, este foro electrónico.

      Don Alberto fue un hombre bondadoso y noble que sentía con gran intensidad cada momento que vivía. Se ha hablado mucho de su influencia en el pensamiento costarricense, y creo que la obsesión de su vida era evitar el desperdicio de recursos, y combatió fuertemente las políticas públicas que llevaban al desperdicio o mal uso de los mismos, como las políticas que limitaban las libertades económicas y el funcionamiento del sistema de precios, y el gasto público decidido por políticos y no por precios de mercado. La política que más combatió fue el proteccionismo, debido a sus nefastos efectos en un país tan pequeño como el nuestro. Por sus ataques al gasto público muchos vieron en don Alberto a un enemigo del sector público, pero no creo equivocarme al decir que más bien sentía gran admiración por la función pública, a la cual veía como algo heroico: Sus héroes eran quienes a través del trabajo intelectual habían ayudado a mejorar la vida de millones como Hayek, Adam Smith o Thomas Jefferson, pero también lo eran quienes permitiendo libertades económicas o políticas llevaron paz y la prosperidad a sus pueblos como Adenauer, Reagan, Gorbachov, Margaret Thatcher o Gandhi. También eran sus héroes, los empresarios e inventores, que a través del progreso tecnológico, le habían dado a la humanidad el impresionante nivel de vida de que hoy goza. De la infinidad de ideas a las que me enseñó don Alberto, las que más profundamente grabadas me han quedado son estas tres:

      Discutir con don Alberto era un verdadero placer: Su honestidad intelectual era total, su objetividad también lo era. Invariablemente hacía de "abogado del diablo" y presentaba argumentos en contra de los puntos de vista con los que todos sabíamos que estaba de acuerdo, era muy profundo y brillante. Tenía el solidísimo principio de que cuando hablaba mal de alguien lo hacía siempre de frente, jamás a sus espaldas. Desafortunadamente muchas veces asumió en los demás la misma grandeza y valentía que él poseía, y fue decepcionado.

      Hasta donde sé en su juventud don Alberto militó en el PLN, y fue director de economía en la Administración Figueres Ferrer, pero se empezó a alejar del PLN por el intervencionismo estatal que dicho partido político empujaba en esa época y en 1966 apoyó a su queridísimo profesor José Joaquín Trejos Fernández, y fue Ministro de Planificación y director del Banco Central. Siempre habló con admiración de la administración Trejos Fernández por su austeridad fiscal y por haberle dado al país el mayor crecimiento de América Latina. El haber apoyado a dos partidos políticos, lo que según entiendo le acarreó críticas, ayudó a ese pensamiento balanceado y objetivo que siempre tuvo: carecía de esa visión partidaria de "ellos son los malos, nosotros los buenos" que tantos participantes en política tienen, y comprendía muy bien los puntos de ambos bandos. Las cariñosas anécdotas que contaba sobre los dos presidentes bajo cuyas órdenes trabajó, José Figueres Ferrer y José Joaquín Trejos Fernández, hacían obvio su cariño por ellos, y por quienes trabajaron en sus administraciones: ¿Cómo podía alguien que quería y admiraba a tantas personas en ambos bandos, con tantos amigos de juventud en ambos bandos, sentir odios políticos?

      Alberto Di Mare fue un hombre feliz: Es imposible olvidar aquellos felices años de infancia en que don Alberto, trabajando para las Naciones Unidas en México D.F., nos llevaba cada domingo a conocer un lugar diferente, muchas veces con sus siempre numerosos amigos. Ni su ocupadísima época como Ministro de Planificación, en la que compartimos muy poco tiempo con él. Después vino la época de "Consultores Asociados Centro Americanos" junto a Álvaro Hernández y "La Academia de Centro América" y los paseos dominicales, en la que nos llevaba a conocer los pueblos de Costa Rica, y luego vino la época del velero, con tantos fines de semana en el "Yatch Club" y las obligadas visitas al Restaurante Chung Wah de Puntarenas, y los paseos a tantas playas. Fue en esta época que don Alberto inició varios proyectos, algunos exitosos, otros no tanto: Intentó establecer la tarjeta de crédito "Creditar" sin éxito. La finca lechera "El Metate" en el bajo de la Hondura. Luego implementó la tarjeta de crédito VISA para el Banco de Crédito Agrícola de Cartago, según entiendo esa fue la primera tarjeta de crédito de Costa Rica aunque no estoy seguro de ello. Participó en varios proyectos novedosos los cuales tenían el denominador común de intentar romper un monopolio estatal o privado: La creación de Productores de Leche de Altura (PLASA), más tarde Borden, la creación de Jardines del Recuerdo, y finalmente, lo que creo que será recordado como su gran contribución, la creación de la Universidad Autónoma de Centro América y del Colegio Stvdivm Generale Costarricense.

      De la época de los inicios de la UACA, en la que participaron muchas personas y casi todos sus grandes amigos, recuerdo a mi padre tecleando furiosamente en su maquinita Smith Corona, día y noche, prácticamente sin dormir. Según entiendo estaba escribiendo las "Ordenanzas Universitarias", los estatutos de la UACA. Don Alberto desde la edad de 25 años ya tenía un proyecto de Universidad, a la que había llamado "Universidad Florencio del Castillo". Los años ochenta, mientras mi padre fue canciller, fue una época de gran crecimiento para la UACA: Casi diez mil estudiantes, miles de graduados, don Alberto dedicaba todas sus energías a la creciente universidad y a su querido Colegio Stvdivm Generale, afiliado a la misma. Luego, en los noventas, la UACA empezó a perder colegios, lo que de ninguna manera preocupaba a don Alberto, más bien sentía orgullo al saber que tantas universidades habían nacido de la misma. Don Alberto administró felizmente varios aspectos de la UACA durante 27 años, y del Colegio Stvdivm Generale, su más querido retoño. En los inicios de la UACA, don Alberto y varias personas llevaron adelante varias luchas ya que muchos no querían reconocer a la UACA como una Universidad legítima, hasta dónde sé en estas luchas fueron victoriosos. Una de sus mayores pasiones fueron los libros: Era un lector voraz, y desde muy joven tenía una biblioteca impresionante. La creación de la enorme biblioteca de la Universidad Autónoma de Centro América, que creo sobrepasa los 100.000 volúmenes, fue uno de sus proyectos más queridos y una de las grandes pasiones de su vida. Estableció la editorial VERBVM, y hacia el final de su vida quería establecer una nueva editorial.

      No hay duda de que el trabajo intelectual de don Alberto ayudó mucho a que nuestro país empezara a abandonar las políticas proteccionistas a finales de los ochentas y con más fuerza a principios de los noventas, en lo que tal vez es la reforma más importante de las últimas décadas. Siempre fue muy cercano a su cuñado y gran amigo Eduardo Lizano Fait, a quien algunos han llamado "el padre de la apertura comercial". Don Alberto tenía pocas ambiciones personales políticas, además era un hombre "incómodo" que siempre decía lo que pensaba y que difícilmente se hubiera plegado a una "línea de partido". Sé que una de sus ambiciones era que los que él públicamente llamó "sus alumnos predilectos", Álvaro Cedeño y Miguel Angel Rodríguez Echeverría ocuparan la Presidencia de La República. Pero sí tenía el enorme deseo, y ello fue una de las pasiones más poderosas de su vida, de ver abatidas las intervenciones estatales empobrecedoras, de ver eliminados injustos monopolios estatales, de ver a este país dirigirse hacia la prosperidad que se merece y ver la pobreza consecuencia de desacertadas y liberticidas intervenciones estatales desaparecer.

      En lo que sí fue don Alberto un fracaso sistemático, fue en sus actividades agrícolas: Creo que jamás logró generar ninguna utilidad en las diferentes plantaciones de jardín que siempre intentó establecer, que invariablemente intentó con métodos originales y novedosos que ahorraran recursos. Don Alberto sin lugar a dudas fue el más frustrado de los agricultores, pero en contraparte fue el más feliz participante en todo tipo de actividades de piscina, gusto que todos sus hijos y nietos heredamos ampliamente, y el más feliz contador de chistes y anécdotas en todo tipo de reuniones sociales. Asistió sistemáticamente con mi madre Annemarie Hering o con alguno de los hijos a las sesiones de la Sociedad Mont Pelèrin, y a varios seminarios del CATO Institute y de la Atlas Foundation y allí pudo departir con sus admirados Hayek, Friedman, Stigler, von Mises, Harberger y con sus amigos (anoto, en orden alfabético, a los que recuerdo que asistieron con él a alguno de estos eventos): Jorge Corrales, Álvaro Hernández, Miguel Ángel Rodríguez, Fernando Trejos Escalante y Cecilia Valverde. Fue miembro y presidente de ANFE, y Premio de la Libertad 1995. Pero la principal razón de su vida fue su familia, sus hijos, sus nietos, que hoy se sienten huérfanos del patriarca patricio, que siempre nos aconsejó y nos dejó decidir libremente nuestras vidas, de el ángel guardián que siempre nos protegía y que siempre sabía las respuestas a todas las preguntas, que sabía manejar todas las situaciones, que siempre velaba por nosotros y cuya ausencia lloramos sabiendo que la dolorosa herida que deja su partida probablemente nunca logre sanarse.


Di Mare, Luis Alberto
Alberto Di Mare Fuscaldo, Palestra Económica, Martes 10 de diciembre de 2002.
      http://www.di-mare.com/alberto/eterno/luis.htm

 

Copyright © 2002 Luis Alberto Di Mare
Derechos de autor reservados © 2002
[home] [/\]